Hoy la entrada va de historia, libertad e injusticia.
La historia de Cuba es la historia de un país y un sentimiento criollo que se gestó durante 5 siglos de colonialismo español radicalizándose cada día hasta desembocar en las guerras de independencia. Sí, para los que no sean de Cuba o no conozcan mucho de su historia, el pueblo cubano desde un primer momento mostró su inconformidad con ser una colonia de España.
Primero fueron los aborígenes que habitaban la isla, exterminados con total facilidad y luego ese criollo que ya nació en Cuba, hijo de los propios españoles o de los cruces de estos con nativos, negros africanos o hasta chinos. Los criollos ya no se identificaban tanto con la madre patria, a la cual solo los unía el recuerdo familiar, habían nacido en “la isla más hermosa que ojos humanos hayan visto” como la llamó Cristóbal Colón y de ella sentían formar parte.
Las guerras fueron mostrando la decisión de los cubanos a dirigir su propio destino y la incapacidad por parte de España de aceptar tal decisión. Luego de casi medio siglo de encuentros bélicos, los cubanos habían demostrado con creces su valor y técnicamente tenían derrotados a los españoles los cuales no tuvieron el honor de reconocer la independencia ganada a filo de machete, sino que vendieron Cuba como una fruta madura a los norteamericanos, amputando de forma imperdonable su independencia pero no el sentimiento independentista.
El hecho desencadenante fue la explosión del acorazado Maine.
Con la excusa de asegurar los intereses de los residentes estadounidenses en la isla, (ya vemos que en dos siglos no han logrado inventar una mejor) el presidente norteamericano McKinley envía a La Habana el acorazado “Maine” sin previo aviso al gobierno de la isla.
La presencia del Maine en la Habana tenía un doble objetivo, por un lado intimidar a España coqueteando con la posibilidad de invadir Cuba y por otro provocar cualquier reacción en ésta que sirviera de motivo para una intervención. En si era la respuesta de E.U.A a la negación española de vender Cuba y Puerto Rico.
A las 9:40 p.m. del 15 de febrero de 1898, el acorazado Maine explotaba en plena bahía de la Habana, el saldo 254 tripulantes y 2 oficiales muertos, de un total de 355. El resto de la oficialidad se encontraba curiosamente disfrutando de un baile ofrecido por las autoridades españolas en tierra.
Las causas de la explosión no se dan por definitivas y cada parte expone su propia teoría. En los primeros momentos, ante la negativa de E.U.A de aceptar formar una comisión conjunta con España para investigar los hechos, las versiones han sido varias en dependencia del lado que cuente la historia:
- El gobierno de E.U.A determinó que había sido producida por una mina colocada en los exteriores del acorazado culpando íntegramente al gobierno de la isla.
- Las autoridades españolas llegaron a la conclusión de que la explosión había sido, con toda probabilidad, interna en las carboneras del propio acorazado.
Luego se conocen otras opiniones como la del británico John T. Bucknill experto en minas, que apoya la teoría española y refuta las consideraciones estadounidenses. También se reconoce la opinión del almirante norteamericano Hyman G. Rickover , que en su libro publicado en 1976 no descarta ninguna hipótesis pero acepta como más probable la explosión interna; pero en 1998 la revista norteamericana "National Geographic" reaviva la polémica con la publicación de un artículo de Thomas B. Allen, que utilizando modelos computarizados y analizando los mismos resultados de 1911 por prestigiosos ingenieros, llega a la conclusión de que las averías detectadas en el buque pudieran haber sido causadas tanto por una explosión interna como por una externa, otorgándole más peso a la segunda.
Como he leído recientemente los sucesos del Maine fueron para aquel entonces lo que las Torres Gemelas para el siglo XIX, la excusa perfecta para desatar la primera guerra imperialista que se conoce y con ella apropiarse de Cuba. Ya estaba preparada y manipulada la opinión pública y el 25 de abril de 1898, los Estados Unidos declararon la guerra a España. El 20 de junio de 1898 invadieron con soldados a Cuba.
Los norteamericanos que no querían reconocer a los mambises necesitaron de su ayuda para vencer a las tropas españolas, ya debilitadas por los primeros. A España no le quedó otra que negociar y el 16 de julio de 1898 firmó un tratado de paz en la ciudad de Santiago de Cuba sin permitir la participación de las tropas mambisas. Así se cercenaba la libertad de Cuba y se daba por terminada la guerra hispánico-estadounidense que apenas duró 3 meses.
Posteriormente con la firma del Tratado de París el 10 de diciembre del propio año, España renunciaba a todo derecho de propiedad sobre la isla y cedía la “ocupación” de Cuba a los Estados Unidos. Surgía entonces una neocolonia, similar status, la libertad seguía brillando por su ausencia.Vaya con la fruta madura…
Posteriormente con la firma del Tratado de París el 10 de diciembre del propio año, España renunciaba a todo derecho de propiedad sobre la isla y cedía la “ocupación” de Cuba a los Estados Unidos. Surgía entonces una neocolonia, similar status, la libertad seguía brillando por su ausencia.
1- Maine y su capitán Sigsbee
2-El Maine después de la explosión y los botes de ayuda
3-El Maine hundiéndose en la bahía de La Habana
4-Resto del Maine después de achicada el agua del dique construido para aislarlo en la Bahía de La Habana
5-El Maine en dique de La Habana
6- Monumento al Maine 1925 con su águila original. Las alas en vertical más expuesta también al embate de los vientos. Fue derribada por el ciclón del 20 octubre de 1926
7-Águila derribada por ciclón de 1926. Las alas estaban rotas
8-Nueva águila colocada en el monumento.
9-Nueva águila, más aerodinámica (10 de octubre 1928).
10-Monumento al Maine y hotel Nacional año 1940
12-Vista actual (agosto 2011) del monumento sin águila desde 1961 (derribada por el gobierno revolucionario), al fondo edificio de la oficina de intereses de E.U.A en Cuba
12-Vista actual del monumento al Maine desde la calle 17 y P, agosto 2011
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