Hoy es una jornada de celebración internacional. Es el octavo día del tercer mes del año, han pasado 67 noches desde que celebrábamos algunas con champán y otras con esperanza el inicio de este y con él nos proponíamos nuevas metas y sueños.
Por diversas que seamos en cuanto a costumbres, morfologías, identidad, educación y otras tantas cosas, coincidimos en muchas más de las que nos diferencian. Sino piensa en las veces en que te has sentido sola, abatida, profundamente triste, aislada entre muchos pero ajenos y entonces la mirada de una similar te ha bastado para consolarte, para encontrar compasión y alivio a tus penas.
Las mujeres somos así, solidarias, amigas, guías de nuestras parejas, pero ante todo fuertes, increíblemente fuertes. Siempre nos comparan con delicadas flores y evidentemente así somos pero solo en parte. En muchas ocasiones, más de las deseadas, mostramos una entereza más propia del rosal en su conjunto, podemos llegar a perder pétalos pero nuestros tallos fuertes, inquebrantables, se recuperan y regeneran para dar nuevas flores.
Aún así algunas no pueden florecer, no por decisión propia sino por la frecuente poda a que se les somete. Su otra mitad, la que complementa y debe enriquecerlas constantemente, ciego de ignorancia tuerce los papeles y todo cambia. La violencia de género es un hecho y a todas esas mujeres que a diario duermen con su enemigo, que satisfacen su hambre, su sed, sus ganas, sus iras y frustraciones, va nuestro mensaje de hoy, para que sientan en su yo mas interno la energía que el resto de las mujeres le enviamos, para que saquen de su dolor la fuerza necesaria para decir BASTA y romper con lo que les daña.
Otra vida es posible y hay que empezar a luchar por ella hoy. No esperes a que pase, a que mejore, no confíes en promesas que se reiteran sin cumplimiento, CAMBIA.
A todas las otras, las que decididamente somos mayoría, sigamos igual luchando por nuestra felicidad diaria, por conquistar lo que aun se nos niega, por la igualdad real y no la de panfletos, por sueldos dignos que paguen nuestra preparación y capacidad, por puestos de trabajos acordes a dicha preparación; porque la posibilidad de una maternidad sea reconocida, bendecida y no vista como futuro tropiezo o entorpecimiento de ninguna labor; y seamos sobre todo especialmente listas para no dejarnos manipular, para no ser presa de políticos, religiosos, o cualquier otro hombre o desgraciadamente mujer, que esgrimiendo argumentos ridículos, antiquísimos o convenientes, nos nieguen el derecho de decidir sobre nuestro cuerpo, su futuro y sus frutos.
FELICIDADES AMIGAS, FELICIDADES MUJER.
Es aterradora la violencia de genero que esta sufriendo esta sociedad!!!
ResponderEliminarBelkis