Ya lo comentaba en la anterior entrada, esto es real y se mueve, aunque radicales y anti-sistemas muestran otra cara y no precisamente la buena, la atención no debe desviarse de la mayoría y concentrarse en esos pocos. El malestar social aflora como recoge el diario La Vanguardia en su portada.
La gente dice basta y se presume que los sindicatos convocarán para el 29 de marzo a la huelga general. Las conquistas de los trabajadores son burladas, a la vergonzosa reforma laboral se suma el incremento del IRPF y la amenaza latente de un PP que solo tiene claro quedar bien son Bruselas y recortar de donde sea aunque ahogue a su pueblo.
Hoy oí decir que Rajoy tiene el record de ser el presidente al que más rápido se le ha convocado una huelga, en apenas 3 meses, si se hace efectiva a finales de marzo. Él y su gabinete olvidando las mejores técnicas de dirección, delegan toda responsabilidad en la mala y antigua gestión del PSOE, pero el manejo de la actual situación es responsabilidad totalmente suya. A mí personalmente me agota el argumento de responsabilizar al PSOE cuando el déficit de comunidades autónomas gobernadas por el PP como Valencia no deja lugar a dudas.
Ahora el gobierno y la derecha en general critican a los sindicatos por su presunta respuesta, y a la izquierda por apoyarlos ¿pero q debemos hacer, cruzarnos de brazos y mirar cómo se embarga el futuro de esa generación q ahora sale a las calles y el de todos?, ¿no debe el PSOE, IU, entre otros, hacer oposición?.
El ejercicio de gobierno con mayoría absoluta es aplastante y no se detiene ante estudiantes que cambian escuelas por calles, que toman ciudades como Barcelona, Valencia o Madrid; como tampoco le importa la oposición de los trabajadores a la reforma laboral, era de esperar.
Los medios de derecha siembran la sospecha, dicen que resulta curioso que todas las manifestaciones terminen frente a las sedes del PP como ocurrió en Madrid, pero ¿acaso no son ellos los que gobiernan?. Esto es ridículo.
El tiempo de quejarse y echar las culpas a los de antes ya ha pasado, el gobierno debe hacer frente a las decisiones que ha tomado y a las que no se atreve a tomar. ¿Acaso es posible gobernar en democracia desoyendo a su pueblo?, el PP se empeña en hacer creer que sí, pero le pasará factura.
Rubalcada acaba de responder al PP diciendo que cada quien se asocia con quien quiere, el PP con las conferencia episcopal y el PSOE con los sindicatos. Buena respuesta !!!
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