jueves, 15 de marzo de 2012

EL DOW JONES CUBANO

La desaparición de la carne de puerco, la visita del Papa, la lucha contra la corrupción, el 50 aniversario de la libreta de abastecimiento (cartilla de racionamiento), todos son temas de actualidad en Cuba sobre los cuales puedes leer en la prensa nacional; pero si hay uno que gana por goleada o por home run como se dice allá, es el primero.
 El puerco, cerdo o “mamífero nacional” como justamente le han calificado, ha desaparecido por arte de magia de las mesas cubanas, fue visto por última vez durante las pasadas navidades donde como de costumbre y cual suculento manjar, presidió las mesas en muchos casos amenazando de asfixia a los anfitriones encargados de su compra. Desde entonces poco o nada se sabe de él.
Es una pérdida imposible de aceptar, la dieta de los cubanos se basa en su preciada carne. Durante algo más de 5 décadas este animalito se ha ganado su lugar en los hogares cubanos, como dice la canción: como uno más de la familia. Se ha revelado como “El gran salvador”, cubriendo las penurias alimenticias e incluso engrosando las escuálidas  cuentas familiares. Por cierto hubo una época en que las imágenes de  cerdos criándose en bañeras, patios de servicios y otros lugares tan inimaginables como urbanos, dejaron de sorprender ante lo cotidiana que resultaban.
Pero esto es historia pasada, la actual, la que ahora se escribe en el día a día, trata de falta de suministros, malas gestiones e inexplicable escasez.
A finales de diciembre era casi entendible el aumento de la demanda y la imposibilidad de satisfacerla al 100%, como es sabido por su generalizado rol en las fiestas, pero que 3 meses después la situación en lugar de mejorar se haya vuelto crónica es algo alarmante, ¿no creen?.
Muchos artículos, entrevistas, opiniones más o menos autorizadas, han tratado de justificar, explicar o al menos hacer entender esta situación, ¿y qué, algo ha cambiado?.
Para nadie es un secreto que la producción de carne en Cuba es irrisoria e incapaz de satisfacer la demanda nacional. No obstante la de cerdo al estar menos regulada y tener menos requerimientos, siempre lograba palear las dificultades y extenderse más allá del autoconsumo. Mediante la producción campesina de forma privada y su venta en los mercados agropecuarios, se ha cubierto (menos que mas) las necesidades del cubano de a pie, pues las entidades estatales como granjas, cooperativas u otras, no han sido suficientes para satisfacer la canasta básica y además las necesidades de sectores como el hostelero. La importación ha quedado como única variante posible para completar la insuficiente producción estatal  y cubrir dicho déficit.
Por tanto cuando falla el suministro a los agro-mercados privados y se afecta el consumo de la población, los ojos se dirigen inevitablemente al campesino que la produce. ¿Por qué se ha afectado el suministro sino hay ninguna amenaza de fiebre porcina o cualquier otra epidemia que atenta contra el cerdo?.
Es lógico pensar que las causas están en la dificultad del sector estatal de cumplir con su parte del suministro y por supuesto la actividad especulativa que hace que el campesino común, prefiera vender su producción a intermediarios-especuladores que a su vez la re-venden en unos pocos mercados a precios desorbitados; o lo más importante que la vendan al sector hostelero, principal fuente de divisas del estado.
O sea con independencia de cualquier análisis económico más objetivo, aquí se trata de especulación dura y pura. Quien produce, el campesino, vende al mejor postor y este no es precisamente el estado.
En fin, hasta que la situación  no se “normalice” y el estado restablezca vía importaciones (incrementándolas) el suministro que permita cumplir con sus demandas, el cerdo seguirá comportándose como el Dow Jones que rige la economía del país y el bienestar de sus ciudadanos.  
¿Será necesario cambiar la dieta cubana o simplemente buscar nuevos mecanismos que restablezcan la venta regular a la población?.
Ya sé que es la guerra de supervivencia y que todo el que en Cuba encuentra una forma de rentabilizar su trabajo o “su búsqueda” como se dice, no se detiene a pensar demasiado, pero quizás ahí esté parte del problema.
Si ante dificultades de este tipo respondemos haciendo caja, el futuro peligra, el presente ya está embargado.

Agromercado cubano

Venta del mamífero nacional
                                                 

1 comentario:

  1. Eso si esta malo,el puerco no puede faltar por Dios!!!
    Belkis

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