martes, 27 de marzo de 2012

EL PAPA EN CUBA

La visita del Sumo Pontífice de la iglesia católica a cualquier país provoca el jubileo de todos sus fieles y conlleva una movilización tantos de creyentes como no creyentes, algo más de lo que provoca cualquier otro jefe de estado. Es normal en todos los países, independientemente de su religión reconocida estatalmente o no.
En Cuba, como no podía ser de otro modo, este hecho cobra especial relevancia y no solo por la magnitud de la figura, sino por la relación tan atípica como variable que ha existido entre el pueblo, el estado cubano y la Santa Sede.
Por todos es conocida la situación de esta relación en los primeros años de la revolución, donde fue más tirante que nunca. La iglesia fue colocada en las antípodas de la revolución. Esto determino las posteriores relaciones hasta la década del 90 donde la acción de la jerarquía eclesiástica de la isla, el cambio en la posición hacia la iglesia del gobierno cubano y por supuesto la acción del Papa Juan Pablo II, terminaron por acercar posiciones.
El cubano es un pueblo creyente, cree en la Virgen de la Caridad del Cobre, -patrona de Cuba-, cree en los Orishas resultado del sincretismo entre la religión Yoruba y la Católica, cree en los amigos y el pacto de fidelidad que conlleva, cree en la familia, cree en la suerte, cree en el futuro; el cubano cree en todo, y por supuesto en la madre que lo parió. Por eso no es de extrañar que la llegada del Papa levante revuelo si se lee como la respuesta del pueblo a un acontecimiento, a la visita de una personalidad extranjera a las que siempre se recibe con respeto y cariño. Y es que el cubano es así, si el Papa pudiera andar por las calles como uno más, de seguro sería invitado a saciar la sed, el hambre y hasta algo más en cualquier casa cubana, porque los cubanos ofrecen y dan todo.
No obstante el Papa es EL PAPA, y como tal se le rinde tributo. Personalmente no creo que el pueblo sea en su mayoría católico practicante, ya dije que el cubano cree en todo, así que esta visita no tiene mayor significado espiritual para la mayoría.
Sin embargo se insiste en la importancia de esta visita para reforzar la posición ganada por la iglesia católica en la isla, esta última ha mediado con el gobierno para obtener la liberación de un importante número de presos políticos desde hace varios años, entre otras cosas y eso es innegable. De cualquier forma la posición de la iglesia no es política, solo se posiciona al lado del desamparado, del que sufre sin importar su filiación ideológica.
Por otra parte es responsabilidad de una personalidad de este calibre trasmitir un mensaje conciliador, por eso he encontrado más que acertadas las palabras pronunciadas ayer donde decía que iba a orar por “la libertad y la reconciliación” de la isla y que lleva en su corazón “las legítimas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos donde quiera que se encuentren". Son acertadas por lo que dicen y por lo que sugieren.
Sin intención de ofender a nadie, no creo que sea competencia del Papa entrar de  lleno en temas nacionales, no es su misión. Puede abogar e interceder como hizo su predecesor ante las autoridades cubanas por cambios positivos, por la unidad de la nación, por el perdón a los presos, por la tolerancia a la divergencia de ideas, pero no puede hacer más. El tema político es algo de exclusividad nacional y creo que solo le corresponde a los cubanos cambiarlo, a los cubanos de adentro y a los de afuera que para algo tenemos que viajar a Cuba con pasaporte cubano.
Lo cierto es que la iglesia tiene sus propios problemas y se enfrenta a numerosos escándalos de abusos sexuales. No se trata de verle las manchas al sol, pero es entendible que sino se reunió en México con la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Sacerdotes Pederastas, asunto que afecta directamente a su institución, es presumible que tampoco lo haga con organizaciones cubanas opositoras al gobierno de la isla, por muy legítimas y reconocidas que las consideremos.
Veamos entonces esta visita como lo que es, una fiesta para los cubanos católicos y un refuerzo para su iglesia que aun tiene mucho que hacer por su pueblo, y para el resto de los cubanos un reconocimiento a la isla que los vio nacer y que reclama más que nunca abrirse al mundo.

martes, 20 de marzo de 2012

COMO DECIA CALVIÑO: VALE LA PENA

Siguiendo por la vena musical que me ha dado ahora, recién he leído un artículo que me ha hecho sobre todo añorar y por qué no reflexionar.
Todos los cubanos recordamos (al menos los de mi generación y mayores) a actores y actrices, músicos, pintores y artistas en general, que triunfaban en Cuba cuando éramos pequeños y algunos que incluso continuaron haciéndolo después de nuestra partida. En muchos casos eran artistas consagrados, de larga trayectoria que gozaban del cariño de su pueblo y que nos acompañaban a diario desde la tele o teatros sin permitir que llegáramos a extrañarlos por lo asiduo de sus actuaciones.
Este es el caso de Susana Pérez, no hay quien recuerde una telenovela cubana y exitosa sin ella entre sus protagonistas; como olvidar aquella señorita de la sociedad colonial cubana del siglo XIX, o más reciente a la señora un poco descarada que en su madurez administraba un centro nocturno mientras disfrutaba del sexo y un buen nivel de vida a partes iguales; sin dejar relegado el teatro en el cual brillaba y conquistaba a su público indiscutiblemente.
Susana no es ni mucho menos el único ejemplo, actores como Reinaldo Miravalles –el Melecio Capote de siempre-, Orlando Casín, Carlos Cruz, Lily Rentería, Francisco Gattorno entre otros muchos más o menos jóvenes, emigraron de Cuba y ahora en Miami  desgraciadamente, no puede decirse que hayan triunfado como en la isla.
Con los músicos ha sido más de lo mismo. Salseros que movían multitudes y llenaban salas de concierto y de fiesta, como Issac Delgado, Manolín, Carlos Manuel; solistas femeninas que marcaron épocas como Annia Linares, Maggi Carles o Mirtha Medina; otros más precoces en la emigración post revolucionaria como Arturo Sandoval, Paquito Rivera, etc., han tenido más o menos éxito pero nunca como el que disfrutaban en la  mayor de las Antillas.
Reitero que todos no han tenido la misma suerte, eso sería negar la evidencia, los hay que siguen acudiendo al encuentro de los cubanos residentes en la otra orilla desde la televisión, como excelentes show man, galanes otoñales de telenovela y también en centros nocturnos. Sin olvidar a otros indiscutibles como la escritora Daina Chaviano, considerada entre los mejores escritores de Ciencia Ficción en el mundo que no ha mermado en actividad o reconocimiento viviendo en el gigante de América.
Este recordatorio reflexivo me lo ha provocado un artículo que recién he leído y en el que se alude precisamente, a una entrevista concedida por Susana Pérez nada menos que a Radio Martí y en la cual reconoce que “…extraña a su público cubano en la isla, su presencia en la Televisión Cubana y el teatro de buena calidad, donde no hay que decir palabrotas o desnudarse por capricho del mercado…”, sino por exigencias del arte. También confiesa que administra una clínica de belleza y asociado a esto realiza labores de promoción.
Todo lo anterior no tiene mayor importancia y parece más una crónica rosa de la que no soy muy partidaria, sino fuera por la reflexión que como dije me ha provocado.
Cada quien tiene su opinión e historia personal, pero bien es cierto que los que salimos de Cuba lo hacemos en su gran mayoría, buscando una oportunidad de crecer y abrir nuevos horizontes hasta entonces solo soñados, sobre todo la posibilidad de triunfar y tener un negocio propio en el sector asociado a nuestra formación, -cosa que en Cuba todavía no es posible del todo-, pero aún así pocos lo logran. Los artistas son quizás el caso más conocido por popular, tienen seguimiento de admiradores y nostálgicos, mientras que miles de cubanos anónimos comparten su frustración con el anonimato.
Hay un refrán que reza, nadie es profeta en su propia tierra, pero tal vez no se trate de profetizar mejoras en la tierra que nos vio nacer, a ella ante todo debemos amor y  veneración como nos enseñó Martí. Justamente por esos sentimientos y la incondicionalidad que la pertenencia nos otorga, debemos comprender que nunca seremos verdaderos triunfadores o hombres de éxito si no podemos disfrutarlo en el país en el que fuimos sembrados. Y cuando digo disfrutar debería tal vez matizar, pues no se trata de pasear la bonanza propia ante la escasez de muchos como hacen algunos no triunfadores precisamente, sino contribuir con ella al desarrollo de la isla que disfrutaremos todos.
No se trata de que el público cubano sea más o menos culto que otros, que el cubano sea más trabajador o menos que otros, más o menos capaz, se trata de recordar ante todo y en todo momento que es nuestra tierra y cubanos somos todos; que el reconocimiento que mas añoramos es el de nuestra propia gente, que la necesidad que más nos apremia es la de disfrutar del éxito aliñado con el sol, el mar y el cielo que nos vio nacer.
Por suerte y no es que la tenga cogido con ellos, los artistas ya tienen parte del camino avanzado, el intercambio musical entre las dos orillas aunque todavía insuficiente y limitado a un solo sentido y a ciertos criterios, augura grandes cosas. No depende solo de Cuba, dejémoslo claro, pero sería increíble poder escuchar nuevamente a Issac, el Médico u otros que nunca lo han hecho, en los principales espacios culturales de la Isla, eso sí, siempre desde el respeto y la coexistencia pacífica.
Los cambios en la política de empleo y sobre todo en la mentalidad de los cubanos que ya aprenden la inviabilidad del que el estado emplee a todos a toda costa y todo coste, han abierto el camino a la inversión privada y controlada como opción de empleo y sustento. Ahora solo debemos esperar a que las miras se fijen más lejos y se permita a cubanos emigrados invertir en su país de forma directa y en igualdad de condiciones que cualquier otro inversionista. Se los riesgos que esto conlleva y las adecuaciones y regulaciones que habría que realizar pero creo sinceramente y como decía Calviño que VALE LA PENA.

jueves, 15 de marzo de 2012

EL DOW JONES CUBANO

La desaparición de la carne de puerco, la visita del Papa, la lucha contra la corrupción, el 50 aniversario de la libreta de abastecimiento (cartilla de racionamiento), todos son temas de actualidad en Cuba sobre los cuales puedes leer en la prensa nacional; pero si hay uno que gana por goleada o por home run como se dice allá, es el primero.
 El puerco, cerdo o “mamífero nacional” como justamente le han calificado, ha desaparecido por arte de magia de las mesas cubanas, fue visto por última vez durante las pasadas navidades donde como de costumbre y cual suculento manjar, presidió las mesas en muchos casos amenazando de asfixia a los anfitriones encargados de su compra. Desde entonces poco o nada se sabe de él.
Es una pérdida imposible de aceptar, la dieta de los cubanos se basa en su preciada carne. Durante algo más de 5 décadas este animalito se ha ganado su lugar en los hogares cubanos, como dice la canción: como uno más de la familia. Se ha revelado como “El gran salvador”, cubriendo las penurias alimenticias e incluso engrosando las escuálidas  cuentas familiares. Por cierto hubo una época en que las imágenes de  cerdos criándose en bañeras, patios de servicios y otros lugares tan inimaginables como urbanos, dejaron de sorprender ante lo cotidiana que resultaban.
Pero esto es historia pasada, la actual, la que ahora se escribe en el día a día, trata de falta de suministros, malas gestiones e inexplicable escasez.
A finales de diciembre era casi entendible el aumento de la demanda y la imposibilidad de satisfacerla al 100%, como es sabido por su generalizado rol en las fiestas, pero que 3 meses después la situación en lugar de mejorar se haya vuelto crónica es algo alarmante, ¿no creen?.
Muchos artículos, entrevistas, opiniones más o menos autorizadas, han tratado de justificar, explicar o al menos hacer entender esta situación, ¿y qué, algo ha cambiado?.
Para nadie es un secreto que la producción de carne en Cuba es irrisoria e incapaz de satisfacer la demanda nacional. No obstante la de cerdo al estar menos regulada y tener menos requerimientos, siempre lograba palear las dificultades y extenderse más allá del autoconsumo. Mediante la producción campesina de forma privada y su venta en los mercados agropecuarios, se ha cubierto (menos que mas) las necesidades del cubano de a pie, pues las entidades estatales como granjas, cooperativas u otras, no han sido suficientes para satisfacer la canasta básica y además las necesidades de sectores como el hostelero. La importación ha quedado como única variante posible para completar la insuficiente producción estatal  y cubrir dicho déficit.
Por tanto cuando falla el suministro a los agro-mercados privados y se afecta el consumo de la población, los ojos se dirigen inevitablemente al campesino que la produce. ¿Por qué se ha afectado el suministro sino hay ninguna amenaza de fiebre porcina o cualquier otra epidemia que atenta contra el cerdo?.
Es lógico pensar que las causas están en la dificultad del sector estatal de cumplir con su parte del suministro y por supuesto la actividad especulativa que hace que el campesino común, prefiera vender su producción a intermediarios-especuladores que a su vez la re-venden en unos pocos mercados a precios desorbitados; o lo más importante que la vendan al sector hostelero, principal fuente de divisas del estado.
O sea con independencia de cualquier análisis económico más objetivo, aquí se trata de especulación dura y pura. Quien produce, el campesino, vende al mejor postor y este no es precisamente el estado.
En fin, hasta que la situación  no se “normalice” y el estado restablezca vía importaciones (incrementándolas) el suministro que permita cumplir con sus demandas, el cerdo seguirá comportándose como el Dow Jones que rige la economía del país y el bienestar de sus ciudadanos.  
¿Será necesario cambiar la dieta cubana o simplemente buscar nuevos mecanismos que restablezcan la venta regular a la población?.
Ya sé que es la guerra de supervivencia y que todo el que en Cuba encuentra una forma de rentabilizar su trabajo o “su búsqueda” como se dice, no se detiene a pensar demasiado, pero quizás ahí esté parte del problema.
Si ante dificultades de este tipo respondemos haciendo caja, el futuro peligra, el presente ya está embargado.

Agromercado cubano

Venta del mamífero nacional
                                                 

jueves, 8 de marzo de 2012

POR MUJERES MAS PLENAS

Hoy es una jornada de celebración internacional. Es el octavo día del tercer mes del año, han pasado 67 noches desde que celebrábamos algunas con champán y otras con esperanza el inicio de este y con él nos proponíamos nuevas metas y sueños.
Por diversas que seamos en cuanto a costumbres, morfologías, identidad, educación y otras tantas cosas, coincidimos en muchas más de las que nos diferencian. Sino piensa en las veces en que te has sentido sola, abatida, profundamente triste, aislada entre muchos pero ajenos y entonces la mirada de una similar te ha bastado para consolarte, para encontrar compasión y alivio a tus penas.
Las mujeres somos así, solidarias, amigas, guías de nuestras parejas, pero ante todo fuertes, increíblemente fuertes. Siempre nos comparan con delicadas flores y evidentemente así somos pero solo en parte. En muchas ocasiones, más de las deseadas,  mostramos una entereza más propia del rosal en su conjunto, podemos llegar a perder pétalos pero nuestros tallos fuertes, inquebrantables, se recuperan y regeneran para dar nuevas flores.
Aún así algunas no pueden florecer, no por decisión propia sino por la frecuente poda a que se les somete. Su otra mitad, la que complementa y debe enriquecerlas constantemente, ciego de ignorancia tuerce los papeles y todo cambia. La violencia de género es un hecho y a todas esas mujeres que a diario duermen con su enemigo, que satisfacen su hambre, su sed, sus ganas, sus iras y frustraciones, va nuestro mensaje de hoy, para que sientan en su yo mas interno la energía que el resto de las mujeres le enviamos, para que saquen de su dolor la fuerza necesaria para decir BASTA y romper con lo que les daña.
Otra vida es posible y hay que empezar a luchar por ella hoy. No esperes a que pase, a que mejore, no confíes en promesas que se reiteran sin cumplimiento, CAMBIA.
A todas las otras, las que decididamente somos mayoría, sigamos igual luchando por nuestra felicidad diaria, por conquistar lo que aun se nos niega, por la igualdad real y no la de panfletos, por sueldos dignos que paguen nuestra preparación y capacidad, por puestos de trabajos acordes a dicha preparación; porque la posibilidad de una maternidad sea reconocida, bendecida y no vista como futuro tropiezo o entorpecimiento de ninguna labor; y seamos sobre todo especialmente listas para no dejarnos manipular, para no ser presa de políticos, religiosos, o cualquier otro hombre o desgraciadamente mujer, que esgrimiendo argumentos ridículos, antiquísimos o convenientes, nos nieguen el derecho de decidir sobre nuestro cuerpo, su futuro y sus frutos.
FELICIDADES  AMIGAS,  FELICIDADES MUJER.

miércoles, 7 de marzo de 2012

CORRUPCIÓN Y NATURALEZA HUMANA

Las cosas de Cuba son ciertamente únicas y no me refiero a la música, al Habano, el ron, la calidez, que también; pero en este caso específico aludo a la corrupción.
Sí ya sé que no es un término exclusivo cubano, incluso a veces me parece que nos llegó del viejo continente como otras tantas experiencias, no obstante los criollos nos hemos entusiasmado, la hemos hecho nuestra y enriquecido. 
La corrupción tiene muchos padres y una sola madre: la naturaleza humana. Me explico. Las causas que inducen a la corrupción pueden ser muchas: necesidades materiales, ansias de poder, vanidad, etc, pero todas sin excepción tienen su origen en la naturaleza humana.
Indiscutiblemente los períodos de crisis fomentan este tipo de actitudes quizás por eso se han vuelto endémicas en Cuba.
Repito que es casi endémica, sus primeras manifestaciones se remontan al tiempo de colonia española, no creo que los indios tuvieran esas inclinaciones, aunque también eran humanos, quizás lo primitivo de su desarrollo impidió que sus historias trascendieran en el tiempo y por eso no las refiero. Con la instauración de la república el fenómeno se radicalizó y extendió. Cierto es que tuvimos buenos maestros, los mejores en esta materia, porque los norteamericanos, yanquis, estadounidenses como quieran llamarle, desarrollaron muchos negocios y a la industria cubana, pero así mismo terminaron por destapar la caja continente de sobornos, chantajes e imposiciones a los cargos públicos.
Los azarosos años de la seudo república pasaron y ante un futuro más prometedor se aspiraba a dejar atrás males como este. Sin embargo pronto se comprobó que reverdecía como la hierba mala. 
Recuerdo los constante intentos de combatirla, los llamados a pensar en colectivo, las apelaciones a los sentimientos revolucionarios de la ciudadanía, a la necesidad de construir un futuro mejor.
No obstante poco ha cambiado. Recientemente mientras leía el discurso de Raúl Castro en la clausura de la Primera Conferencia Nacional del Partido (29 de enero de 2012) llegaba a esa conclusión. En dicho discurso Raúl llamaba la atención una vez más, sobre el daño que la corrupción puede hacer al país y reconocía que varios dirigentes de diferentes niveles, estaban siendo investigados en la actualidad por estos delitos y que el peso de la ley, -y del propio partido-, caería implacablemente sobre ellos.
Reitero que no es nada nuevo. Todos los cubanos vivamos o no en Cuba, recordamos destituciones de altos cargos por estar implicados en estos delitos. Facilidades a inversores extranjeros a cambio de prebendas, fiestas organizadas con fondos públicos, escándalos de diferentes tipos, niveles de vida muy por encima y alejados del resto de los ciudadanos a los que representaban.
Independientemente de las medidas judiciales aplicables a cada caso, ahora se ha propuesto y decidido la expulsión inmediata de las filas del partido por estas conductas, teniendo en cuenta que la mayoría de los dirigentes forman parte del PCC*;  así como la limitación en el desempeño de altos cargos a dos períodos consecutivos de 5 años.
Todas parecen certeras medidas y la última sorprende especialmente pues en Cuba muchos altos cargos parecían más bien vitalicios, no por ley sino por practica. Es verdad que a veces se necesitan mayores períodos para la implantación, arraigo y fructificación de algunas políticas, pero la garantía de éxito no puede estar en la administración y seguimiento que puedan hacer los mismos personajes de siempre. Sin dudar de nadie, esto implica un riesgo así como una tentación para la naturaleza humana (que antes mencionábamos) de algunos más débiles o sensibles a la corrupción. La renovación tiene que ser real y verse sin miedo como garantía de éxito.
Actualmente la decisión es ser implacables ante cualquier signo de la corrupción, pero ¿qué hay con los ciudadanos que no son militantes del PCC y que a diario practican la corrupción?.
Ya se ha hecho natural en la actual sociedad cubana, que un trabajador venda los recursos que están bajo su custodia o negocie con ellos de otra manera. Todo es justificado por las carencias y necesidades con las que se viven pero resulta insostenible. Si a las carencias y limitaciones de recursos se suman las mermas que por hurto se reiteran a diario, la economía se ve envuelta en un círculo cerrado del que no puede salir; a pesar de  haberse creado nuevos organismos como la Contraloría General, un órgano que ha ejecutado auditorías en cientos de empresas e instituciones estatales tratando de poner coto a estas prácticas.
En mi reciente visita a Cuba experimenté momentos de verdadero agobio y por qué no risas, casi resultaba imposible caminar pasando desapercibidos, la cámara en mano y quizás el color un poco más claro del habitual nos delataban. Una vez descubiertos éramos blancos de todo tipo de ofrecimientos, hubiéramos necesitado medio vuelo de Iberia para poder transportar lo que nos ofrecían.
La producción tabacalera de toda Vuelta Abajo* puedes encontrarla en las calles de La Habana, así como buena parte del ron Havana Club que no llega a comercializarse por las redes del estado. La labor de empíricos promotores de marketing que realizan su labor de espaldas a la legalidad, te hacen pensar que las transnacionales no saben lo que se pierden en Cuba; te promocionan las paladares con la misma facilidad que se ofrecen de guías para mostrarte la ciudad cual dignos discípulos de Eusebio Leal. ¡Ay si Telefónica, Ono o alguna compañía de seguros los escogen como promotores, se hacen millonarios!
Entonces te preguntas ¿cómo puede ser?, cómo se puede sobrevivir a una situación que dinamita los cimientos de la propia economía. Cosas de cubanos, casi nadie puede entenderlo.   
Estas son situaciones cubanas y problemas de los cubanos, sobre ella hablan y debaten los de adentro. Por supuesto que opiniones se pueden tener y expresarlas como siempre digo con respeto y buenas intenciones es posible, pero de ahí a erigirse juez y querer decirle a Cuba como debe hacer las cosas es otra historia. Reitero que hablo en esta ocasión de la corrupción nada mas, ¿y qué país escapa a ella?
*PCC: Partido Comunista de Cuba.
*Vuelta Abajo: Región de la occidental provincia cubana Pinar del Río, considerada la mejor tierra del mundo para cultivar tabaco. En ella se dan la mejores hojas y variedades con las que se confeccionan los famosos habanos.





 

lunes, 5 de marzo de 2012

UN DERECHO NO ES LO QUE ALGUIEN TE DEBE DAR.

Hace unos días leía en el diario Miami Herald, una entrevista a músicos cubanos que  anunciaban actuaciones en USA y específicamente en Miami. Se trata de 4 músicos jóvenes y exitosos que tienen algo más en común: haber vivido y triunfado fuera de Cuba.
En todos los casos han salido de Cuba jóvenes, luego de realizar estudios musicales y han triunfado por méritos personales y no sin esfuerzos. Con  sus propias palabras declaran compartir la experiencia de “haber vivido media vida de un lado y media vida del otro”… “somos cuatro personas que tenemos la dualidad de haber vivido como los que se fueron y como los que se quedaron”.
Hasta aquí todo bien, han tenido la misma posibilidad que algunos de nosotros de vivir fuera de Cuba, -mientras que la mayoría no-, pero de ahí a que uno de ellos diga: “nosotros eliminamos la noción de salida definitiva de Cuba”, es otra historia.
Por supuesto que me alegro de que artistas cubanos triunfen en el exterior y se muestren orgullosos de sus orígenes, pero es innegable que la posibilidad que tienen de regresar a residir en la isla, al menos en este caso, son únicas y excepcionales.
Debo aclarar que no conozco todos los detalles de su historia, salvo los que hace públicos en la entrevista y según ella, su regresó se debió a que “en determinado momento empecé a tener puntos en común con ciertas personas de la embajada cubana, lo cual me dio alegría y empezamos a ver la posibilidad de volver a Cuba”.
Sigo sin aclararme mucho más, pero me parece entender que su regreso a Cuba se debió a un proceso excepcional y no general.

Como ya comenté en la entrada ¿REFORMA A LA LEY DE VIVIENDA O LA DE EMIGRACIÓN?, continuo sin comprender por qué esta práctica no es general y cualquier cubano de a pie puede disfrutar de vivir tanto en su país como fuera de él por el tiempo que estime pertinente y sin tener que perder su residencia cubana.

Nadie elije la salida definitiva de Cuba, o casi nadie, para no ser absolutista. De hecho nunca te vas definitivamente porque regresas una y otra vez al encuentro de familiares, amigos, raíces, esencias, solo que no puedes hacerlo permanentemente o por largas temporadas.

Tengo fe en el futuro y en el mejoramiento humano, como dijo Martí; y cada vez se dan más pasos para mejorar y adecuar las leyes a la situación actual. Siempre debe ser así. Las leyes no son algo inerte, inamovible, pueden y deben adecuarse a una realidad que cambia constantemente.

Me gustaría que todos los cubanos emigrados en cualquier parte del mundo pudieran regresar por el tiempo que estimaran conveniente y cuando quisiesen, sin más limitaciones que las impuestas por las condiciones económicas y disponibilidad de tiempo personales. Que pudieran incluso invertir y así contribuir al desarrollo económico de Cuba, en fin que siguieran ejerciendo sus derechos y obligaciones como cubanos.

Mientras tanto alegrémonos por estos jóvenes que disfrutan de esa posibilidad y además triunfan.

jueves, 1 de marzo de 2012

ESTO SE MUEVE.

Ya lo comentaba en la anterior entrada, esto es real y se mueve, aunque radicales y anti-sistemas muestran otra cara y no precisamente la buena, la atención no debe desviarse de la mayoría y concentrarse en esos pocos. El malestar social aflora como recoge el diario La Vanguardia en su portada.
La gente dice basta y se presume que los sindicatos convocarán para el 29 de marzo a la huelga general. Las conquistas de los trabajadores son burladas, a la vergonzosa reforma laboral se suma el incremento del IRPF y la amenaza latente de un PP que solo tiene claro quedar bien son Bruselas y recortar de donde sea aunque ahogue a su pueblo.
Hoy oí decir que Rajoy tiene el record de ser el presidente al que más rápido se le ha convocado una huelga, en apenas 3 meses, si se hace efectiva a finales de marzo. Él y su gabinete olvidando las mejores técnicas de dirección, delegan toda responsabilidad en la mala y antigua gestión del PSOE, pero el manejo de la actual situación es responsabilidad totalmente suya. A mí personalmente me agota el argumento de responsabilizar al PSOE cuando el déficit de comunidades autónomas gobernadas por el PP como Valencia no deja lugar a dudas.
Ahora el gobierno y la derecha en general critican a los sindicatos por su presunta  respuesta, y a la izquierda por apoyarlos ¿pero q debemos hacer, cruzarnos de brazos y mirar cómo se embarga el futuro de esa generación q ahora sale a las calles y el de todos?, ¿no debe el PSOE, IU, entre otros, hacer oposición?.
El ejercicio de gobierno con mayoría absoluta es aplastante y no se detiene ante estudiantes que cambian escuelas por calles, que toman ciudades como Barcelona, Valencia o Madrid; como tampoco le importa la oposición de los trabajadores a la reforma laboral, era de esperar.
Los medios de derecha siembran la sospecha, dicen que resulta curioso que todas las manifestaciones terminen frente a las sedes del PP como ocurrió en Madrid, pero ¿acaso no son ellos los que gobiernan?. Esto es ridículo.
El tiempo de quejarse y echar las culpas a los de antes ya ha pasado, el gobierno debe hacer frente a las decisiones que ha tomado y a las que no se atreve a tomar.  ¿Acaso es posible gobernar en democracia desoyendo a su pueblo?, el PP se empeña en hacer creer que sí, pero le pasará factura.